Los mecanismos de desarrollo de la fragilidad se centran en estudios basados en el papel de la bioenergética, con especial atención a las mitocondrias, estudiando en primer lugar los mecanismos por los cuales las alteraciones mitocondriales pueden conllevar la aparición de fragilidad. En segundo lugar, cómo el colapso energético afecta al sistema nervioso, especialmente al delicado equilibrio de los neurotransmisores y con una especial aplicación a la enfermedad de Alzheimer y, en tercer lugar, no podemos olvidar aspectos fundamentales de la función mitocondrial y de la genética mitocondrial, cuyas alteraciones llevarán al envejecimiento prematuro y especialmente a la aparición prematura de la fragilidad.
De igual forma analizaremos los biomarcadores. Varios grupos están uniendo grandes esfuerzos (algunos se han substanciado en un gran proyecto europeo liderado por el Dr. Rodríguez Mañas, Director Científico también del CIBERFES) para estudiar los biomarcadores de fragilidad. No se trata de buscar análisis complejos de laboratorio para identificar un síndrome que se puede diagnosticar fácilmente en clínica, si no biomarcadores del riesgo de fragilidad en personas mayores, y del riesgo de transición de personas frágiles a personas dependientes. Es este riesgo el que estamos buscando determinar mediante biomarcadores.