El síndrome del intestino irritable (SII) afecta a un 4-11% de la población a lo largo de su vida y en su desarrollo influyen muchos factores relacionados con la genética y el ambiente. Un estudio liderado por el Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) ha investigado su base genética y ha identificado 38 nuevas variantes de genes asociadas al síndrome. Entre los genes encontrados se encuentran algunos implicados en otros trastornos digestivos y también en trastornos psiquiátricos, como la depresión, la ansiedad o el neuroticismo. El trabajo, publicado en la revista Journal of Translational Medicine, ha sido liderada por el grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR con el grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva del VHIR, el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) y el CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) y es parte del proyecto europeo DISCOvERIE.
El SII es un trastorno gastrointestinal caracterizado por dolor abdominal, cambios en el ritmo intestinal e intolerancias alimentarias. “Es una enfermedad compleja de estudiar, ya que hay muchos factores relacionados con el desarrollo y los pacientes acostumbran a tener sintomatología muy diversa”, explica Javier Santos, adjunto del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Vall d’Hebron, investigador del grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva del VHIR e investigador del CIBEREHD. “Por este motivo, necesitamos gran cantidad de información para poder entender las bases genéticas de este trastorno, hasta ahora muy desconocida”, afirma.
Además, en un 28-40% de los casos, los pacientes con SII presentan también trastornos psiquiátricos, sobre todo ansiedad y depresión. Esta asociación se relaciona con el eje cerebro-intestino, que conecta el cerebro con el sistema digestivo, pero se desconoce la base genética que relaciona los diferentes trastornos. En este trabajo, se analizan los datos de estudios previos con muestras de más de 880.000 personas, que incluyen personas sanas y personas con SII, depresión o ansiedad o altas puntuaciones en neuroticismo (un rasgo de la personalidad asociado a una propensión a experimentar emociones negativas). “Hasta ahora, se conocían 6 variantes de genes relacionadas con este síndrome. Esta gran cantidad de datos nos ha permitido identificar 38 nuevas variantes implicadas en el SII”, destaca María Soler Artigas, investigadora del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR y del CIBERSAM.
Entre las variantes genéticas descritas se encuentran genes implicados en el desarrollo cerebral, en trastornos psiquiátricos y en trastornos digestivos. “El hecho de que confirmemos que hay genes relacionados con el sistema digestivo refuerza la entidad biológica del síndrome del intestino irritable como una enfermedad digestiva, más allá de los síntomas psiquiátricos que frecuentemente se le asocian”, asegura la Dra. Silvia Alemany, investigadora principal del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR.
Una base genética compartida entre el SII y los trastornos psiquiátricos
El estudio permite entender también la relación entre los trastornos psiquiátricos y la SII. Del total de variantes asociadas a la SII, se observó que 27 de ellas también se relacionaban con al menos uno de los trastornos que se estudiaban. “El hallazgo de una base genética compartida explica la gran frecuencia de pacientes que tienen ambos trastornos. Conocer la comorbilidad entre los diferentes trastornos y la genética asociada a las dos es importante para hacer un mejor seguimiento de los pacientes afectados por estas patologías”, explica el Dr. Josep Antoni Ramos Quiroga, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d’Hebron y del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR e investigador del CIBERSAM.
Finalmente, el equipo investigador aporta luz sobre la relación causal entre los trastornos psiquiátricos y el SII. En línea con estudios previos, la susceptibilidad genética por SII se asocia a una mayor probabilidad de sufrir depresión y neuroticismo y viceversa. Estos resultados apuntan a una relación bidireccional entre estos trastornos. No obstante, en el caso de la ansiedad los resultados indican que la susceptibilidad genética del intestino irritable aumenta las probabilidades de sufrir ansiedad, pero no al revés.
El estudio es parte del macroproyecto europeo DISCOvERIE (Desarrollo, diagnóstico y prevención de enfermedades somáticas y trastornos mentales relacionados con el género en el síndrome de intestino irritable en Europa), en el cual participan 19 instituciones sanitarias, universidades, centros de investigación y empresas y está coordinado por el VHIR.
El objetivo de DISCOvERIE es entender la relación entre el síndrome del intestino irritable y los trastornos mentales como la ansiedad o la depresión, así como con otras enfermedades como la fibromialgia o el síndrome de la fatiga crónica y sus factores de riesgo. Teniendo en cuenta que los trastornos asociados o comorbilidades influyen en la gravedad clínica y aumentan el consumo de recursos sanitarios, sociales y económicos, el conocimiento obtenido gracias al proyecto facilitará el desarrollo de enfoques de medicina más personalizados que mejoren la calidad de vida de los pacientes.
Este documento es un resultado de DISCOvERIE, un proyecto subvencionado con 6 millones de euros bajo el Programa de Investigación H2020 de la Comisión Europea (Grant Agreement núm.: 848228) y tendrá una duración de 5 años (2020-2024). El contenido de este documento representa únicamente las opiniones del autor y es de su exclusiva responsabilidad: no se pude considerar que refleje las opiniones de la Comisión Europea o de cualquier otro organismo de la Unión Europea. La Comisión Europea no acepta ninguna responsabilidad por el uso que se pueda hacer la información que contiene.
Referencia artículo:
Genome-wide multi-trait analysis of irritable bowel syndrome and related mental conditions identifies 38 new independent variants